viernes, 27 de septiembre de 2024

“NO PUEDO VIVIR SIN TI”

Existe la tendencia a pensar que la comedia es un género fácil y que sólo hay que concentrase en crear situaciones risibles, una tras otra, para lograr la aceptación del público y la crítica. Pero claramente no es así. Una comedia debe tener personajes consistentes y con cierta densidad; y una estructura narrativa que considere una evolución de la trama y los protagonistas. De lo contrario, el espectador sentirá un sabor amargo al finalizar la cinta, como si el tiempo lo hubiera podido ocupar mejor haciendo otra cosa. Eso ocurre en bastante medida con “No Puedo Vivir sin Ti” (2024), cinta dirigida, escrita y producida por el cineasta español Santiago Requejo; comedia romántica que cuenta la historia del argentino Carlos (Adrián Suar), un alto ejecutivo de un Fondo de Inversiones en Bilbao, País Vasco, que es adicto al teléfono celular; lo que le ha ocasionado importantes problemas familiares, sobre todo con su esposa por veinte años, la médico Adela (Paz Vega); la cual ya no soporta más la situación y quiere el divorcio. Ante esa inesperada realidad, Carlos decide realizar una singular terapia grupal, cuya responsable (Eva Santolaria) vivió una dramática experiencia por la misma adicción. Carlos está obsesionado con ser socio de la empresa en que trabaja y la actitud de su jefe (Ramón Barea), de exigirle informes urgentes y reuniones los días sábados, tampoco le ayuda mucho para mejorar la deteriorada relación con Adela y sus hijos adolescentes. Requejo, de 38 años, había realizado anteriormente seis cortometrajes, entre 2010 y 2023; y solo un largometraje, “Abuelos” (2019), también una comedia. Pero lamentablemente, “No Puedo Vivir sin Ti” no es una comedia del todo lograda. La reiteración de situaciones aparentemente jocosas, en las que participa siempre Carlos, logran que la cinta se torne monótona y predecible. Por otro lado, a los personajes protagónicos les falta profundidad. El espectador nunca conoce a ciencia cierta la importancia que tiene la familia para Carlos y respecto a Adela, no manifiesta en ningún momento un real amor por su esposo. La verdad, ambos personajes tienen vaivenes que no se encuentran justificados por las acciones que desarrollan frente a la pantalla, en una comedia romántica que no logra calar hondo en las emociones del espectador.

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