martes, 13 de agosto de 2024
“SIEMPRE NOS QUEDARA MAÑANA”
El Neorrealismo marcó a fuego el cine italiano, tanto que hasta el día de hoy hay películas que claramente tributan a ese período de la historia del séptimo arte y que son bien acogidas por el público y la crítica.
“Siempre Nos Quedará Mañana” (2023), cinta dirigida, escrita y protagonizada por la cineasta italiana Paola Cortellesi, grafica esta aseveración a plenitud; ya que el filme, en blanco y negro, está ambientado en la Roma de 1946, un año después de terminada la Segunda Guerra Mundial, todavía con los estadounidenses ocupando el país; y está narrado con un crudo realismo, mostrando la pobreza y el conservadurismo de la capital italiana.
Cortellesi, de 50 años, después de una larga carrera como actriz y guionista, debuta acertadamente en la dirección con esta película, que cuenta la historia de Delia (Paola Cortellesi), madre de tres hijos: dos menores y una joven, Marcella (Romana Maggiora), en edad de casarse; y esposa del obrero Ivano (Valerio Mastandrea), machista y maltratador; en cuya casa, para más remate, vive su suegro, Ottorino (Giorgio Colangeli). La familia vive en los suburbios de una Roma que no tiene nada de turística ni cultural, en la cual la pobreza de post guerra es pan de cada día; lo que no impide que Delia tenga una gran amiga, Marisa (Emanuela Farelli) y un admirador de juventud, Nino (Vinicio Mardioni), que la ilusiona y la hace soñar con un mundo distinto.
Delia soporta todo. Trabajar ella y su hija por una miseria, los golpes del marido, atender al suegro enfermo; con la esperanza de que Marcella se case bien y tenga una vida diferente a la suya; por lo cual alienta su matrimonio con Giulio (Francesco Centorare), hijo de un fascista y adinerado comerciante, hasta que se da cuenta que es igual de machista que su esposo.
Impresiona la paciencia y resistencia de Delia, que retrata a la perfección la capacidad de los seres humanos para soportar y salir adelante en situaciones difíciles, como debe haber sido el caso de Italia después de la Segunda Guerra. Lo único que no convence del todo es que Cortellesi introduce el baile y la canción cuando la escena es muy dramática, como por ejemplo cuando Ivano golpea por primera vez a Delia; seguramente para hacer más soportable el hecho para el espectador, pero este recurso de comedia musical no satisface del todo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario