“UNA OBRA MAESTRA”

La importancia de la obra de arte y su proceso de realización siempre ha sido un tema interesante para los creadores; y el cine no ha estado ajeno a esta reflexión desde dentro. Este es el tema de fondo de “Una Obra Maestra” (2019), cinta dirigida por el cineasta italiano Giuseppe Capotondi, basada en la novela homónima del escritor estadounidense contemporáneo Charles Willeford; y que tiene la gracia añadida de que utiliza el formato de thriller psicológico, lo que la hace más entretenida, sin perder el tono de sarcástica disquisición sobre el mundo de las artes visuales y la ética. Capotondi, de 54 años, con una destacable carrera en videos musicales y televisión, solo había realizado un largometraje anteriormente: “La Hora del Crimen” (2009), que también había tenido buena crítica. Con “Una Obra Maestra” ratifica este prestigio, por lo que se espera que ahora tenga una mayor continuidad en su trabajo. El protagonista es James Figueras (Claes Bang), un prestigioso crítico de arte que vive en Milán y que es invitado por el coleccionista inglés Joseph Cassidy (Mick Jagger) a su villa a orillas del Lago de Como. Figueras viaja acompañado de Berenice Hollis (Elizabeth Debicki), una atractiva turista estadounidense que acaba de conocer; y recibe una extraña propuesta de Cassidy: entrevistar y obtener una obra del famoso pintor Jerome Debney (Donald Sutherland), que vive anónimamente en la Villa y del cual no se han tenido noticias en años; y que admira el trabajo crítico de Figueras, a quien lee mensualmente en la revista Flash Art. Las escenas más interesantes del filme giran en torno a las conversaciones que sostienen estos cuatro personajes. Primero en el viaje en auto desde Milán al lago y en la habitación que comparten, Figueras y Berenice hablan sobre la verdad en la obra de arte y sobre las ambiciones del primero, relacionadas con el reconocimiento desmedido, que supera cualquier restricción ética. Por otro lado, los diálogos entre Figueras con Cassidy y con Debney, hablan de la obra de arte como mercancía y de su sentido más profundo o de su carencia de sentido.