“EL ARMA DEL ENGAÑO”

La frase de que muchas veces “la realidad supera a la ficción” queda continuamente probada en el mundo del cine, con cintas que tienen guiones que parecen sacados de una mente afiebrada o muy imaginativa; y que en honor a la verdad tienen una base histórica importante y poco difundida. Es el caso de “El Arma del Engaño” (2022), filme dirigido por el cineasta británico John Madden y basado en el libro “Operation Mincemeat” del escritor inglés contemporáneo Ben Macintyre, que narra la operación de espionaje y contrainteligencia que permitió el exitoso desembarco de los Aliados en Sicilia, durante la etapa final de la Segunda Guerra Mundial. Madden, de 73 años, había dirigido una decena de largometrajes, entre los que destacan “Ethan Frome” (1993), “Mrs. Brown” (1997), “Skakespeare Enamorado” (1998), “La Mandolina del Capitán Corelli” (2001), “Tiro Mortal” (2008), “El Exótico Hotel Marigold” (2011) y “El Caso Sloane” (2016); donde demuestra un gran manejo del suspenso y la acción; y simultáneamente de las relaciones sentimentales, las que trabaja con sutileza y control. En “El Arma del Engaño” mezcla nuevamente con acierto el suspenso de una cinta de espionaje con las emociones subterráneas que se producen entre los protagonistas y que nunca llegan a concretarse, en un buen retrato del modo de ser británico. Los responsables de la Operación Carne Picada son los capitanes Ewen Montagu (Colin Firth) y Charles Cholmondeley (Matthew Macfayden), que se sienten atraídos ambos por Jean Leslie (Kelly Macdonald), que también forma parte del equipo; al igual que Hester (Penelope Wilton), que es testigo de la situación sin emitir juicios. La narración es contada por el oficial Ian Fleming (Johnny Flyn), que la va escribiendo frente al espectador y que se ubica con su máquina en el medio del núcleo decisorio; y que también incorpora las interesantes conversaciones entre Winston Churchill (Simon Russell Beale) y el almirante Godfrey (Jason Isaacs), que nunca estuvo muy de acuerdo con la arriesgada operación. En resumen, una cinta con base histórica, muy bien construida, tanto por la dosificación del suspenso como por el manejo inteligente de sentimientos no asumidos entre los controlados protagonistas.