“DEDOS VERDES”

Hay directores talentosos que dirigen un par de películas y luego desaparecen inexplicablemente, produciéndose una lamentable pérdida en el panorama cinematográfico mundial y una mayor valoración de sus escasas obras. Esto ocurre con “Dedos Verdes” (2000), cinta dirigida y escrita por el cineasta estadounidense Joel Hershman, y que está basada en hechos reales que ocurrieron en Inglaterra. Este realizador, de 63 años, posee además una sola película anterior, “Abrázame, Emocióname, Bésame” (1992). La principal característica de su cine es el buen manejo del género comedia, con personajes entrañables y plenos de humanidad, con el desarrollo de situaciones que evolucionan positivamente, dejando un sabor agradable en el espectador. En “Dedos Verdes” el protagonista es Colin Briggs (Clive Owen), un presidiario que mató a su hermano menor; y que es trasladado a una prisión abierta por su buen comportamiento, como paso previo a la posibilidad de acceder a la libertad condicional. Su compañero de habitación, Fergus (David Kelly) lo motiva por la jardinería como oficio dentro del penal; formando un notable equipo con otros reos: Tony (Danny Dyer), Raw (Adam Fogerty) y Jimmy (Paterson Joseph); lo que les lleva a mejorar notablemente su carácter. La connotada jardinera Georgina Woodhouse (Helen Mirren) se entera del trabajo de este singular grupo y los auspicia para que participen en el más importante concurso de jardines del país. Además, Colin se enamora de su hija, la bella y suave Prímula (Natasha Little); amor correspondido que debe pasar una serie de penurias antes de llegar a buen puerto. A pesar de las dificultades del protagonista –no se puede perdonar a sí mismo por la muerte de su hermano- , la valentía y la bonhomía del viejo Fergus, que está enfermo de cáncer; lo irán ganando y permitirán que Colin descubra que tiene vocación de jardinero y además es de los buenos. La amistad es claramente un valor que se resalta en este filme, principalmente a través de la que va creciendo entre los integrantes de este grupo de jardineros convictos; que hacen que el espectador llegue a pensar de que se puede construir un mundo un poco mejor y más amable.