“BLUE VALENTINE”

Una de las grandes virtudes de las plataformas digitales es la posibilidad de ponerse al día con cintas importantes estrenadas hacer varios años, de directores que luego se han consolidado como promesas reales de la cinematografía mundial. Es el caso de “Blue Valentine” (2010), cinta dirigida y escrita por el cineasta estadounidense Derek Cianfrance; que ha desarrollado una interesante carrera luego de esta valiosa película. Cianfrance, de 47 años, solo había dirigido anteriormente un filme: “Hermano Atado” (1998), que no tuvo mucho impacto; no así las dos posteriores: “Cruce de Caminos” (2012) y “La Luz entre los Océanos” (2016), que lo han posicionado como un director y guionista que se mueve con gran acierto en las difíciles aguas de la pasión humana y sus consecuencias existenciales. En “Blue Valentine”, Cianfrance sumerge al espectador, a través de una fuerte experiencia audiovisual, en la crisis de un matrimonio, luego de unos años de una intensa relación. Se trata de la enfermera Cindy (Michelle Williams) y su esposo Dean (Ryan Gosling), sin profesión fija; quienes poseen una pequeña hija, Frankie (Faith Wladyka), que sufre más que nadie con los problemas de la pareja, al igual que el padre de Cindy, Jerry (John Doman), que es quien habitualmente cuida de Frankie. Uno de los grandes méritos de la cinta consiste en la apropiada construcción de los dos personajes protagónicos. Dean representa al adulto niño que no quiere madurar y que no entiende el proceso de desgaste del sentimiento que Cindy llegó a sentir por él en el pasado. Cindy, por su parte, busca cada vez más una estabilidad y un orden que es imposible que Dean le dé; produciéndose un doloroso e inevitable distanciamiento. El segundo gran acierto de la película es como a través del montaje y de saltos en el tiempo, el director nos retrotrae a la época en que ambos se conocieron, cómo se conquistaron y cuánto se comprometieron y amaron; generando un inquietante contraste que permite sentir cuánto se puede deteriorar una relación.