viernes, 21 de mayo de 2021
“FIEBRE DEL LADRILLO”
La ambición desmedida por el dinero generalmente tiene un origen psicológico, que busca compensar alguna grieta personal y familiar, por una carencia anterior.
Esta es una de las interpretaciones posibles de “Fiebre de Ladrillo” (2020), cinta dirigida y escrita por el cineasta alemán Cüneyt Kaya; aunque algunos la ven simplemente como una película que enseña cómo se estafa a gran nivel en los sectores inmobiliario y bancario; lo que no impide decir que es un filme sumamente entretenido e ilustrativo de ambas hipótesis.
Kaya, de 41 años, había dirigido anteriormente dos largometrajes: “Ummah-Unter Freunden” (2013) y “Verpiss Dich, Schneewittchen” (2018), ambos desconocidos en Chile. “Fiebre del Ladrillo” muestra su oficio en la estructura narrativa de una historia bien armada, con personajes bien construidos, que siguen un camino lógico y marcado por las circunstancias sociales.
El principal protagonista es Victor Steiner (David Kross), un joven inteligente, de buen aspecto, que tiene un talento innato para las finanzas y un ángel heredado de su padre, Peter (Robert Schupp), que quebró cuando él era niño, por el asedio del Fisco. Victor piensa que su madre, Viktoria (Silvina Buchbauer), abandonó a su padre por este motivo, fantasma que siempre lo perseguirá en su vida personal y su obsesión desmedida por ser millonario.
Sus compañeros de estafas serán primero Gerry Falkland (Frederik Lau), quien se toma las cosas mucho más deportivamente, le gusta la buena vida y sólo quiere juntar una fortuna para irse al Caribe paradisíaco junto a su familia. A él se agrega una amiga que trabaja en un Banco, Nicole Kleber (Janina Uhse), bella y ambiciosa; a la cual querrá hacer feliz con objetos, como su padre no pudo hacerlo con su madre.
Este grupo logrará las cosas más increíbles, apelando a todos los vacíos legales y artimañas posibles de realizar en los mercados inmobiliario y financiero, llegando a gozar la vida loca; pero con desenlaces disímiles en sus historias personales, producto de las diferentes motivaciones y objetivos que mueven a cada uno de ellos, aunque la realidad siempre termina por imponerse, pareciera decirnos este entretenido y vertiginoso filme.
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