“15:17 TREN A PARIS”

El gran director estadounidense Clint Eastwood, con el paso de los años, ha ido desarrollando un estilo cinematográfico directo y libre de simbolismos. En su última cinta, “15:17 Tren a París” (2018), dirigida y producida por él, llega bastante cerca del “Cine Verdad”; ya que no sólo está basada en hechos reales, sino que los protagonistas son los verdaderos ciudadanos estadounidenses que vivieron una situación límite, en el tren que une Amsterdam con la capital francesa.

El filme está basado en el libro que escribieron los tres amigos estadounidenses Anthony Sadler, Alek Skarlatos y Spencer Stone, los dos últimos miembros de las Fuerzas Armadas; y el ciudadano inglés Jeffrey E.Stern, en que narraron el atentado terrorista que frustraron a bordo de dicho tren, que protagonizó el fanático Ayoub (Ray Corasani).

Pero a Eastwood, de 87 años, no le bastó con narrar el hecho terrorista mismo, sino que recreó la infancia de Sadler, Skarlatos y Stone; especialmente su época juntos en la primaria, período en que los dos últimos contaron el apoyo irrestricto de sus madres solteras, Heidi (Jenna Fischer) y Joyce (Judy Greer), respectivamente, ya que los tres tenían problemas de adaptación; y no se vislumbraba para nada la posibilidad de que llegaran a ser héroes.

Con montaje paralelo, el director va mostrando pasajes de su infancia y juventud e intercalándolos con breves escenas del presente, cuando viajan a bordo del tren que los lleva a París, después de realizar un periplo por Italia, Alemania y Amsterdam, en lo que será el viaje más importante de sus vidas; y que los llevará a recibir la condecoración de la Legión de Honor, por parte del Presidente de Francia de la época, Francis Hollande, por su ejemplar comportamiento.

La verdad que la inclusión de los verdaderos protagonistas de la historia fue todo un acierto, ya que los tres amigos se mueven con absoluta naturalidad frente a la cámara y son capaces de expresar no sólo la gran amistad que los une y el impacto de conocer Europa; sino sobre todo su fantástica reacción cuando los pasajeros del tren se ven amenazados por este terrorista, que portaba armamento como para haber matado cientos de personas. A su vez, la interacción que tienen con los actores de los roles secundarios, resulta creíble y fluida, logrando emocionar plenamente al espectador.