martes, 23 de mayo de 2017

“ALIEN: COVENANT”

Las grandes películas de ciencia ficción no sólo son buen cine fantástico, sino que plantean problemas y preguntas que tienen que ver con temas fundamentales de la existencia humana, como son el origen de la vida o los temores más profundos y comunes a toda la especie.

Esto es lo que ocurre con “Alien: Covenant” (2017), cinta dirigida y producida por el cineasta británico Ridley Scott, secuela de su cinta “Prometeo” (2012) y precuela de la original “Alien: el Octavo Pasajero” (1979), uno de sus grandes filmes; obras en las que también se manifiestan estas características de las notorias películas de este género.

Scott, de 79 años, es uno de los grandes directores contemporáneos; quien, aparte de las citadas, posee obras inolvidables como “Blade Runner” (1982), “Thelma y Louse” (1991), “Gladiador” (2000), “Hannibal” (2001), “Gangster Americano” (2007), “Red de Mentiras” (2008), “El Abogado del Crimen” (2013) y “El Marciano” (2015).

En las primeras imágenes de “Alien: Covenant” se ve al creador del robot David (Michael Fassbender), que aparece en la cinta “Prometeo” conversándole sobre la eterna pregunta “de dónde venimos”, para instalar un contexto que señala que presenciaremos una cinta con mayores pretensiones que la mera entretención.

Luego, ya en el presente reaparecerá la última generación de este robot, con el nombre Walter, interpretado también por Fassbender, encarnando uno de los ejes centrales de la cinta: el conflicto entre el hombre y la máquina, que recuerda al de “2001, Odisea del Espacio” (1968), que dirigió Stanley Kubrick; y que, con tal de que la especie humana no se expanda, será capaz de unirse al monstruo alienígena, símbolo del terror humano, el miedo a lo incontrolable, a lo desconocido.

En esta oportunidad, Walter deberá acompañar y asistir a una expedición espacial que lleva miles de embriones humanos para colonizar un planeta similar a la tierra, que está a más de siete años de distancia y que sufre un accidente de entrada, en la que muere su capitán, quedando a cargo el comandante Oram (Billy Crudup) y la oficial Daniels (Katherine Waterston), protagonistas a cargo de esta magna empresa que, como conclusión, pareciera decirnos que, haga lo que haga, el ser humano está condenado.

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