“12 HORAS PARA SOBREVIVIR: EL AÑO DE LA ELECCION”

Una distopía es una sociedad de ficción negativa, en oposición a una utopía. Esto es lo que nos muestra la cinta “12 Horas para Sobrevivir: el Año de la Elección” (2016), la cual es parte de una saga que ya había tenido dos versiones previas.

Su director y guionista es el cineasta estadounidense James DeMónaco, quien también había dirigido las dos anteriores. La filmografía de DeMónaco, de 47 años, incluye “Staten Island” (2009), “La Noche de la Expiación” (2013) y “12 Horas para Sobrevivir” (2014).

La acción de la serie está ambientada en Washington D.C., como sede del poder político de Estados Unidos, pero lo que allí ocurre se replica en todo el país. Una vez al año se produce “la purga”, que dura doce horas. Esto significa que está permitido legalmente, durante ese período de tiempo, matar a quien sea; donde evidentemente los más perjudicados son los pobres y las minorías. Incluso vienen sujetos de otros países a la purga, fascinados por este modelo de vida, que posibilita que los desquiciados y los fascistas puedan asesinar a quienes desprecian.

Los protagonistas son la senadora y candidata presidencial Charlie Roan (Elizabeth Mitchell), quien es partidaria de terminar con la purga y recuperar el modelo democrático de la antigua nación; y su jefe de seguridad, Leo Barnes (Frank Grillo), ex policía, que hará lo imposible para que Roan sobreviva durante la purga, ya que sus rivales, que están en la Presidencia, quieren eliminarla, por el riesgo de perder las elecciones ante ella. Su contrincante es el ministro Owens (Kyle Secor), un peligroso fanático iluminado.

Huyendo de sus perseguidores Barnes y Roan, se topan con un grupo de amigos, que serán fundamentales para su sobrevivencia: Joe Dixon (Mykelti Williamson), dueño de un minimarket; el dependiente Marcos (Joseph Julian Soria), admirador de la senadora; y Larry Rucker (Betty Gabriel), que en las noches de purga sale a ayudar a los heridos.

Con extrema violencia, en una lucha sin cuartel, este equipo, ayudado por un grupo de radicales anti sistema, liderados por Dante Bishop (Edwin Hodge), se enfrentará con los sicarios que quieren asesinar a la senadora y con los locos que andan sueltos, matándose entre sí, en una sociedad desquiciada.