martes, 18 de noviembre de 2014

“LA ENTREGA”

Es sabido que al interior del mundo de la delincuencia a nivel mundial existen ciertos códigos de honor, que se deben respetar; ya que de otro modo, tanto los pares como el propio sistema se encargarán de pasarle la cuenta al infractor. Estos códigos no sólo permiten la sobrevivencia de los convenios de distribución de poder dentro de ciertos territorios, sino que instauran ciertas lógicas que humanizan a estas mafias.

Esta es una de las lecturas posibles de la cinta policial “La Entrega” (2014), dirigida por el cineasta belga Michael R. Roskam, que está basada en la historia corta “Rescate Animal” de Dennis Lehane, quien además escribió el guión del filme.

Roskam, de 36 años, sólo había dirigido anteriormente un largometraje: “Bullhead” (2011), lo que valoriza aún más este estreno, ya que manifiesta un interesante dominio del género, sobre todo en lo que se refiere al desarrollo de personajes complejos, que se mueven por oscuras motivaciones, que casi siempre los llevan a decisiones de vida o muerte.

En este caso, los protagonistas son dos primos: Marv (la última cinta del gran James Gandolfini), que le da el nombre a un bar ubicado en Brooklyn, que hace años fue suyo y que tuvo que ceder a la mafia chechena, por deudas impagas; y que hoy se utiliza para entregas cada cierto tiempo, para lavar dinero mal habido. El otro primo menor es Bob (Tom Hardy), cantinero en el mismo bar y que supuestamente no mata una mosca, pero en este submundo las apariencias engañan, como podrá comprobar el propio espectador.

La interesante galería de personajes la completan Nadia (Noomi Rapace), que sacará a la luz los rasgos caballerescos de Bob; el jefe de la mafia chechena, Chovka (Michael Aronov), muy bien como el que debe imponer el código de honor; el detective Torres (John Ortiz), que siempre irá un paso tras la verdad; y el supuesto matón Eric Deeds (Matthias Schoenaents), que mantiene al espectador en vilo hasta las escenas finales, cuando cada cual debe asumir su rol en esta historia de destinos marcados.

“La Entrega” plantea un juego de espejos a dos niveles. Primero entre los dos primos, que toman distintas opciones de vida, lo que incidirá en sus finales; y luego en las señales que da la realidad sobre los acontecimientos que el espectador conoce, que se aclararán sólo en el infartante desenlace, en el que los códigos se muestran más fuertes que nunca.

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