martes, 17 de diciembre de 2013

“CIRQO”

De las tres pelìculas chilenas en competencia por el Premio Coral de La
Habana, dos ya las habìa comentado en estas pàginas, “Gloria” y “El
Futuro”. La tercera, “El Cirqo” (2013), escrita y dirigida por Orlando
Lubbert, es una digna representante del cine nacional.

Lubbert, de 68 años, documentalista y conocido por su anterior
largometraje “Taxi para Tres” (2001); desarrolla en “Cirqo” una cinta
plagada de emociòn y poesìa, a pesar de que està ambientada en los dìas
inmediatamente posteriores al Golpe de Estado de 1973.


A pesar de que no rehùye los tràgicos acontecimientos post Golpe, la
mirada de Lubbert resulta bastante reconciliadora con los sucesos de esos
años, a travès de la solidaridad entre los perseguidos, que en este caso se
refugian en un pequeño circo. De hecho las primeras imàgenes de la cinta
son bastante fuertes, un grupo de personas son paradas por una brigada
militar, a cargo del manìaco teniente Martìnez (Pablo Krogh) sobre un
puente en el Cajòn del Maipo, para ser fusiladas.


Entre ellas se encuentran un director de teatro, Mario (Roberto Farìas) y
un actor, Jaime (Daniel Muñoz), que antes de ser acribillados se lanzan al
rìo, sobreviviendo al ser rescatados por los integrantes del circo. En èste
son aceptados como payasos por el bonachòn dueño y director, Don Tirso

(Alejandro Trejo), quien intenta que la polìtica no entre al circo, pero que
inevitablemente lo invadirà y obligarà a que todos sus integrantes tomen
partido, pero desde la emociòn, ya que Martìnez no cejarà en su obsesiòn
por encontrar a los pròfugos.


Pero incluso Martìnez no es un maqueta. De tanto vigilar las familias de
Mario y Jaime, se involucra con la esposa del primero (Blanca Lewin),
como un modo de humanizarlo, pero tambièn como un modo de reflejar lo
distorsionadas que pueden resultar las mentes de los torturadores y de las
vìctimas.


Los otros personajes del circo completan una galerìa de seres fràgiles,
reprimidos y queribles, como corresponde a la visiòn màgica del mismo,
que recoge la mejor tradiciòn del cine, desde Chaplin hasta Fellini. El
Lanzador de Cuchillos (Ivàn Alvarez), el enano, los equilibristas hermanos
Silva y la bella adolescente Lily configuran la familia de un circo, que
intenta conservar lo mejor de un paìs, en momentos històricos terribles.

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