Existe un tipo de
comedia estadounidense, no aquella del tipo de humor idiota, que se preocupa de
plantear aspectos de la familia, en términos más o menos emotivos y más o menos
graciosos.
Algunas dan en el
clavo, retratando el modo de ser, en las
relaciones afectivas, de la idiosincrasia norteamericana; incluso sacando
algunas sonrisas y por momentos humedeciendo los ojos de espectadores de otras
nacionalidades, lo cual significa que incluso tocan algunas fibras más
universales. Muchas veces esto ocurre por un
buen guión y también por buenas actuaciones, que logran construir
personajes creíbles y humanos.
“S.O.S. Familia en
Apuros” (2012), dirigida por Andy Fickman, pertenece a este género y en general
tiene algunos logros, que la hacen una película entretenida, que apela a los
sentimientos fraternales que funcionan dentro de una familia, entre padres e
hijos, entre abuelos y nietos y también entre hermanos.
Fickman dirige su
sexto largometraje y los anteriores utilizan la misma fórmula, con regular
éxito: “Reefer Madness” (2005), “Ella es el Chico” (2006), “Papá por Sorpresa”
(2007), “La Montaña Embrujada” (2009) y “¿Otra vez Tú?” (2010), en un cine que
si bien es comercial y busca básicamente entretener, no desprecia del todo la
posibilidad de al menos retratar las costumbres y tipos de la sociedad
estadounidense.
En el reciente
estreno, el guión está construido sobre una familia, conformada por Phil
Simmons (Tom Everett Scott), un creador de software para implementar en casas
inteligentes, su esposa Alice (Marisa Tomei) y tres hijos: la mayor Harper
(Bailee Madison), tensa porque la obligan a estudiar violín y no quiere
defraudar a sus padres; Turner (Joshua Rush), tartamudo por inseguridad, y
Barker (Kyle Harrison Breitkopf), que tiene un amigo imaginario que es un
canguro y que consigue todo con sus rabietas.
Ambos son padres
bastante sobre protectores y malenseñadores. Por un viaje casi obligado deben
acudir para que los cuiden por una semana a los abuelos maternos, Artie Decker
(Billy Cristal), un relator de partidos de béisbol, que acaba de ser despedido,
y su esposa Diane (Bette Midler), una antigua lectora del clima en televisión,
los que provocarán una verdadera revolución en la educación de los niños.
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