miércoles, 20 de febrero de 2013

“LOS MISERABLES”


Difícil es darle un giro a la versión cinematográfica de un clásico de la literatura que se ha llevado muchas veces a la pantalla grande y con versiones inolvidables; pero  el cineasta británico Tom Hooper lo logra en esta nueva visión de “Los Miserables” (2012), basada en la novela homónima del escritor francés Víctor Hugo, publicada en 1862.

Demás está decir que la historia de Jean Valjean (Hugh Jackman) sigue conmoviendo. Corre 1815 y se le otorga la libertad condicional, luego de 19 años de prisión, por haber robado un mendrugo de pan para alimentar a su sobrina. Su carcelero es Javert (Russell Crowe), imagen de la Ley, que lo perseguirá toda la vida. En el otro lado de la moneda está el obispo de Digne (Colm Wilkinson), que lo acogerá y protegerá, a pesar de robarle, y que lo marcará con la pesada carga del bien para toda su existencia.

Hooper, de 40 años, basa su versión en un exitoso musical sobre “Los Miserables”, pero acertadamente no realiza una película musical en toda su acepción. Los personajes cantan sus cuitas sólo en determinados momentos dramáticos, y con singular pasión, lo que no resta fuerza a los conflictos que debe enfrentar Valjean, siempre anteponiendo la generosidad a sus propios intereses.

Es así como ayuda a la moribunda Fantine (Anne Hathaway) y se compromete a criar a su hija  Cosette (Amanda Seyfried), en contra de los ridículos y aprovechadores Thenardier (Sacha Baron Cohen y Helena Bonham Carter); y luego protege y salva a su enamorado Marius (Eddie Redmayne), en un camino impresionante de sacrificio.

Hooper acierta porque nunca olvida que esta expiación es la columna vertebral de la cinta, el conflicto dramático cuyas estaciones tocan las fibras emotivas del espectador. El director en su cuarto largometraje, antes dirigió “Polvo Rojo” (2004), “The Damned United” (2009) y “El Discurso del Rey” (2010), logra plasmar una versión personal y eficaz del gran clásico de la literatura, que trata sobre la Ley y la Justicia; y sobre la redención y la voluntad humana.

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