Las vidas de los gangster de
Estados Unidos son tan increíbles que parecen salidas de la imaginación más
desaforada; pero la verdad es que las historias de los policías que los han
vencido son tan fabulosas como aquellas; lo cual es lógico ya que deben ser
fuerzas aún superiores para derrotar tanta malignidad y maquinación.
Esto ocurre con “Fuerza
Antigansgter” (2013), dirigida y producida por el estadounidense Ruben
Fleischer, basada en el libro de Paul Lieberman, que cuenta la historia del
mafioso Mickey Cohen (Sean Penn), que controló la ciudad de Los Angeles, a
fines de la década del ’40, en el siglo pasado. Cuesta creer que Cohen tuviera
comprado no sólo a la policía, sino también a los jueces; por lo cual el
honesto Jefe de Policía Parker (Nick Nolte) debió crear un escuadrón
clandestino para intentar detener a Cohen, con su propia moneda; es decir
destruyendo y saboteando todas sus operaciones.
Este grupo estuvo a cargo del sargento John O’Mara (Josh
Brolin) y estuvo formado además por el sargento Jerry Wooters (Ryan Gosling) y
los oficiales Coleman Harris (Anthony Mackie), Max Kennard (Robert Patrick),
Navidad Ramírez (Michael Peña) y Conway Keeler (Giovanni Ribisi); los cuales
fueron aniquilando una a una las operaciones de prostitución, apuestas ilegales
y narcotráfico del imperio de Cohen. Otro personaje clave en el filme es Grace
(Emma Stone), amante de Cohen que es seducida por Wooters y que finalmente
optará por el policía, transformándose en el testigo que llevó a la cárcel al
mafioso.
Fleischer, de 38 años, había
dirigido anteriormente dos comedias: “Zombieland” (2009) y “30 Minutos o Menos”
(2011), que habían sido bien recibidas por la crítica; pero sin duda “Fuerza
Antigangster” es un paso adelante, ya que demuestra un gran manejo del
conflicto entre bien y mal, sin obviar la delgada línea que a veces separa
ambas posturas valóricas. Por otra parte, desarrolla de gran manera los
personajes, especialmente el de Cohen, brutal en su ambición y cinismo; y el de
O’Mara y Wooters, que como ex combatientes de la Segunda Guerra Mundial
conservaban el sentido de la guerra, pero con un objetivo que no debe
olvidarse: el de luchar por una ciudad mejor, con instituciones que funcionan y
cuya función es proteger a los ciudadanos. Finalmente, demuestra un gran manejo
en las escenas de acción, dándoles fuerza visual y dramatismo.
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