miércoles, 16 de enero de 2013

“FUERZA ANTIGANGSTER”


Las vidas de los gangster de Estados Unidos son tan increíbles que parecen salidas de la imaginación más desaforada; pero la verdad es que las historias de los policías que los han vencido son tan fabulosas como aquellas; lo cual es lógico ya que deben ser fuerzas aún superiores para derrotar tanta malignidad y maquinación.

Esto ocurre con “Fuerza Antigansgter” (2013), dirigida y producida por el estadounidense Ruben Fleischer, basada en el libro de Paul Lieberman, que cuenta la historia del mafioso Mickey Cohen (Sean Penn), que controló la ciudad de Los Angeles, a fines de la década del ’40, en el siglo pasado. Cuesta creer que Cohen tuviera comprado no sólo a la policía, sino también a los jueces; por lo cual el honesto Jefe de Policía Parker (Nick Nolte) debió crear un escuadrón clandestino para intentar detener a Cohen, con su propia moneda; es decir destruyendo y saboteando todas sus operaciones.

Este grupo estuvo a cargo del sargento John O’Mara (Josh Brolin) y estuvo formado además por el sargento Jerry Wooters (Ryan Gosling) y los oficiales Coleman Harris (Anthony Mackie), Max Kennard (Robert Patrick), Navidad Ramírez (Michael Peña) y Conway Keeler (Giovanni Ribisi); los cuales fueron aniquilando una a una las operaciones de prostitución, apuestas ilegales y narcotráfico del imperio de Cohen. Otro personaje clave en el filme es Grace (Emma Stone), amante de Cohen que es seducida por Wooters y que finalmente optará por el policía, transformándose en el testigo que llevó a la cárcel al mafioso.

Fleischer, de 38 años, había dirigido anteriormente dos comedias: “Zombieland” (2009) y “30 Minutos o Menos” (2011), que habían sido bien recibidas por la crítica; pero sin duda “Fuerza Antigangster” es un paso adelante, ya que demuestra un gran manejo del conflicto entre bien y mal, sin obviar la delgada línea que a veces separa ambas posturas valóricas. Por otra parte, desarrolla de gran manera los personajes, especialmente el de Cohen, brutal en su ambición y cinismo; y el de O’Mara y Wooters, que como ex combatientes de la Segunda Guerra Mundial conservaban el sentido de la guerra, pero con un objetivo que no debe olvidarse: el de luchar por una ciudad mejor, con instituciones que funcionan y cuya función es proteger a los ciudadanos. Finalmente, demuestra un gran manejo en las escenas de acción, dándoles fuerza visual y dramatismo.

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