martes, 11 de septiembre de 2012

“TENGO GANAS DE TI”


En el cine, las historias de amor con cierta credibilidad y buena factura siguen siendo una fórmula casi segura de éxito; sea cual sea la época o la cultura en que estén ambientadas.

“Tengo Ganas de Ti” (2012), dirigida por el español Fernando González Molina, cumple a cabalidad con estas características e incluso se le podría agregar otra más: que está basada en una novela exitosa, el libro homónimo del novelista italiano contemporáneo Federico Moccia.

Además, es una secuela de la anterior cinta de González Molina, “Tres Metros sobre el Cielo” (2010), también basada en una novela de Moccia, por lo cual, como si fuera poco, ya era un éxito probado, con los mismos personajes y actores, que, sin embargo, no fue estrenado en Chile.

González Molina, de 37 años, con anterioridad había dirigido sólo un largometraje, “Fuga de Cerebros” (2009), en el cual comenzó a trabajar con el actor Mario Casas, que se convertiría en su intérprete fetiche.

En “Tres Metros sobre el Cielo” y en “Tengo Ganas de Ti” personifica a Hache, inicial de Hugo, que en esta última se ha trasladado a Londres para intentar olvidar a Babi (María Valverde). Precisamente la cinta se inicia cuando Hache está regresando a España en avión y lo persigue la pesadilla de la separación de Babi.

Otra pesadilla que lo persigue es la muerte de su amigo Pollo (Alvaro Cervantes), con quien imaginará importantes conversaciones, en un recurso cinematográfico bien logrado y emotivo. Otra conexión que tendrá con él, será la amistad con su antigua novia, Katina (Marina Salas), que desempeñará un importante papel en esta secuela.

La mayor variación será la aparición en la vida de Hache de la fotógrafa Ginebra o Gin (Clara Lago), quien lo vendrá siguiendo anónimamente desde Londres; y que conseguirá capturar el corazón de Hugo, después de muchas peripecias sentimentales, asociadas a los últimos estertores del gran amor que hubo entre Hache y Babi, en una historia de amor con bastantes clichés, pero realizada con oficio y soltura.

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