martes, 31 de mayo de 2011

“¿QUÉ PASO AYER? 2”

El público estadounidense ya cansado de las comedias “idiotas” se ha volcado últimamente a las comedias que agregan otros elementos, como cierta sordidez y un humor desenfadado y deschavetado; subgénero que ha reportado además jugosas ganancias a los estudios cinematográficos.

En esta línea se inscribe “¿Qué Pasó Ayer? 2” (2011), dirigida, escrita y producida por el cineasta estadounidense Todd Phillips, quien también dirigió, escribió y produjo la primera versión del mismo nombre, en el 2009; que tuvo un éxito de público impresionante, que también se espera para la secuela.

Phillips, de 40 años, dirigió su primer largometraje en el 2000: “Viaje Censurado”; luego del cual vinieron “Aquellos Viejos Tiempos” (2003), “Starsky y Hutch” (2004), “Escuela para Idiotas” (2006) y “Todo un Parto” (2010), aparte de las citadas, en las cuales ha desarrollado este estilo ingenioso y efectivo, pero con un humor más bien grueso y que por momentos raya en la chabacanería.

En la versión original un grupo de cuatro amigos viajan a Las Vegas, pasando una serie de increíbles peripecias, de las cuales el espectador sólo se va enterando de a poco, al día siguiente, cuando van volviendo de la borrachera y de todos los excesos vividos. En parte, en esta modalidad de estructura narrativa, que implica un cierto suspenso para el espectador, que se va notificando paulatinamente de los “numeritos” de los amigos, cada cual peor que el otro; radica la efectividad tanto de la primera parte como de la secuela.

En “¿Qué Pasó Ayer? 2” se repite la fórmula. Esta vez el vividor Phil (Bradley Cooper), el singular Alan (Zach Galifianakis) y el sensato Doug (Justin Bartha) viajan a Tailandia al matrimonio del cuarto, el formal dentista Stu (Ed Helms) con la bella asiática Lauren (Jamie Chung), acompañados del hermano menor de ésta, Teddy (Mason Lee), que estudia en Estados Unidos.

A pesar de que toman todos los resguardos para que no se repita la situación vivida en Las Vegas, es inevitable y evidente que se producirá nuevamente una debacle, más aún con la llegado repentina al matrimonio del peculiar gangster Mr. Chow (Ken Jeong), gran responsable, junto con Alan, de las salidas de madre en la primera versión.

Esta vez el escenario para las peripecias es la capital de Tailandia, Bangkok, ciudad de gran oferta nocturna, famosa por “tragarse” a los parranderos, lo cual ocurre esta vez con el joven Teddy, el cual tiene una noche iniciática, ya que sólo cuanta con dieciséis años, en lo que será la despedida de soltero de Stu.

Más allá de todos estos ingredientes y de las apariciones del ex boxeador Myke Tyson, interpretándose a sí mismo, cantando desafinadamente en la boda final, y de Paul Giamatti como el agente encubierto Kingsley, la cinta no logra trascender la simple entretención; a pesar de que claramente alude a la genial “Pánico y Locura en Las Vegas” de Terry Gilliam, en la cual el asco y la sordidez son la base de una ácida crítica social, a través de la parodia, con ribetes claramente psicodélicos y surrealistas.

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