lunes, 11 de abril de 2011
“EL CONCIERTO”
Una de las maneras de enfrentar la Historia reciente en el cine es a través del humor. El género más apropiado para esto es la comedia satírica, pero una tal que recoja los comportamientos y la idiosincrasia de los pueblos involucrados. Esto ocurre con “El Concierto” (2009), escrita y dirigida por Radu Mihaileanu, cineasta rumano de origen judío, radicado en Francia desde 1980, donde estudió cine y donde ha desarrollado toda su carrera cinematográfica. Mihaileanu, de 53 años, había dirigido con anterioridad las celebradas “Traidor” (1993), “El Tren de la Vida” (1998) y “Vete y Vive” (2004), lamentablemente desconocidas en Chile. “El Concierto” está ambientada en la Rusia actual y cuenta la historia de un director de orquesta, Andrei Filipov (Alexei Guskov), otrora una celebridad y ex líder de la agrupación del Bolshoi, que fuera censurado y destituido hace 30 años, por haberse negado a despedir a los músicos judíos de la orquesta. En la actualidad trabaja en el aseo del Bolshoi y por un error le llega una invitación para realizar un concierto en el Teatro Chatelet de París, oportunidad que no rechaza y decide reagrupar a su antigua orquesta, con la ayuda del antiguo cellista, su amigo Sasha Grosman (Dimitri Nazarov), quien en el presente conduce una derruida ambulancia; los cuales reclutan como manager a Ivan Gavrilov (Valeri Barnov), el antiguo funcionario de la KGB que le tocó interrumpir su concierto, día que ha perseguido al maestro Filipov por el resto de sus días. Una primera parte de la cinta la constituye todas las peripecias que debe sortear el Maestro para formar nuevamente la orquesta, negociar con Francia y financiar esta gira por tres días a la Ciudad Luz. Aquí el humor ruso predomina, riéndose de las viejas costumbres y hábitos; y de los resabios del antiguo régimen. La segunda parte de la cinta la constituye el viaje y estadía en París, donde interviene el humor y el modo de ser francés, a través de tres personajes claves: la eximia y sensible violinista Anne-Marie Jacquet (Melanie Laurent); el vociferante director del teatro, Olivier Duplessis (Francois Berleand); y la manager de Anne-Marie, Guylene de la Riviere (Miou-Miou), misteriosa y retraída. La inserción de los rusos en París, la obsesión de Filipov por interpretar el antiguo concierto interrumpido, el Concierto para Violín y Orquesta en Re Mayor, opus 35, de Tchaikovski; y su relación la violinista, con quien la une además una historia que se remonta treinta años atrás, son los principales ingredientes de esta segunda parte y final de la cinta, como en una obra musical, con presentación, desarrollo, clímax y desenlace. Con toques de parodia y sátira, “El Concierto” retrata muy bien además el espíritu creativa, que existe detrás de un intérprete musical, que intenta recrear y transmitir el espíritu de belleza y armonía que a través del arte, generó el compositor.
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