Comentar la cinta francesa “Una Mujer Partida en Dos” (2007) presenta varias particularidades que el lector no puede dejar pasar; y que la hacen una cinta imperdible para los amantes del cine de autor.
En primer lugar, su director y guionista es Claude Chabrol, uno de los fundadores y pilares del movimiento de la Nueva Ola, que además tuvo entre sus brillantes miembros a Francois Truffaut, Eric Rohmer, Jean Luc Godard, Alain Resnais y Jacques Rivette; y que renovó al cine europeo y mundial, con un cine más directo, poético y existencial.
En segundo lugar, se cumplen cincuenta años de trayectoria de Chabrol, desde sus primera e inolvidables cintas “El Bello Sergio” (1958) y “Los Primos” (1959), en una prolífica carrera que incluye más de sesenta largometrajes.
Por último, y no menos importante, es que con esta película, dirigida y escrita por Chabrol, demuestra que mantiene intacto su talento y su estilo tan particular, basado principalmente en la observación descarnada de sus personajes, que algunos han comparado con la mirada de Dios; y su sentido del humor, considerado frío, pero que en realidad es elegante y agudo, producto de su visión crítica e intelectual, aunque por eso no menos comprometida y apasionada con el destino de sus personajes.
Entre las cintas indispensables de Chabrol, de 78 años, se cuentan además “El Primer Amor” (1962), “Landru” (1963), “La Línea de Demarcación” (1966), “Escándalo” (1967), “Chicas Malas” (1968), “La Mujer Infiel” (1969), “La Década Prodigiosa” (1971), “Doctor Popaul” (1972), “Violette Noziere” (1978), “El Caballo del Orgullo” (1980), “La Sangre de los Otros” (1984), “Historia de Mujeres” (1988), “Madame Bovary” (1991), “La Ceremonia” (1995), “El Color de las Mentiras” (1999), “Gracias por el Chocolate” (2000), “La Flor del Mal” (2003), “La Dama de Honor” (2004) y “Comedia de Poder” (2006), entre otras.
“En una Mujer Partida en Dos”, sus personajes se mueven entre la libertad, el cinismo y la culpa. La protagonista, Gabrielle Deneige (Ludivine Sagnier), una joven, espontánea y atractiva presentadora de televisión en un canal de cable en Lyon, quiere tener experiencias sentimentales y eróticas fuertes y nuevas para sus años; por lo cual rápidamente se siente atraída por el maduro Charles Saint-Denis (Francois Berleand), un exitoso escritor que ha huido de Paris, para gozar de la tranquilidad de la provincia y evitar la farándula y los focos de la televisión y los eventos sociales.
Sin embargo, su círculo siempre ha estado formado por mujeres inteligentes y atractivas, como su fiel y comprensiva esposa Dona (Valeria Cavalli) y su editora y amiga Capucine Jamet (Mathilda May); al cual no le costará entrar a Gabrielle, ya que Charles se siente fascinado por su juventud y belleza, en una clara manifestación de su vejez e inseguridad. Este grupo de influyentes mujeres, una de las claves del cine de Chabrol, lo completan la madre de Gabrielle, Marie (Marie Bunel), que deja en absoluta libertad a su hija; y la madre de Paul Gaudens, Genevieve (Carolina Sihol), dominante y castradora.
El joven Paul Gaudens (Benoit Magimel) es una especie de alter ego de Charles: rico al igual que él e inseguro; lo que lo llevará, en un sino trágico, a perderse en los celos, ya que como en un espejo del escritor, se enamorará perdida y trágicamente de Gabrielle.
Alvaro Inostroza Bidart
En primer lugar, su director y guionista es Claude Chabrol, uno de los fundadores y pilares del movimiento de la Nueva Ola, que además tuvo entre sus brillantes miembros a Francois Truffaut, Eric Rohmer, Jean Luc Godard, Alain Resnais y Jacques Rivette; y que renovó al cine europeo y mundial, con un cine más directo, poético y existencial.
En segundo lugar, se cumplen cincuenta años de trayectoria de Chabrol, desde sus primera e inolvidables cintas “El Bello Sergio” (1958) y “Los Primos” (1959), en una prolífica carrera que incluye más de sesenta largometrajes.
Por último, y no menos importante, es que con esta película, dirigida y escrita por Chabrol, demuestra que mantiene intacto su talento y su estilo tan particular, basado principalmente en la observación descarnada de sus personajes, que algunos han comparado con la mirada de Dios; y su sentido del humor, considerado frío, pero que en realidad es elegante y agudo, producto de su visión crítica e intelectual, aunque por eso no menos comprometida y apasionada con el destino de sus personajes.
Entre las cintas indispensables de Chabrol, de 78 años, se cuentan además “El Primer Amor” (1962), “Landru” (1963), “La Línea de Demarcación” (1966), “Escándalo” (1967), “Chicas Malas” (1968), “La Mujer Infiel” (1969), “La Década Prodigiosa” (1971), “Doctor Popaul” (1972), “Violette Noziere” (1978), “El Caballo del Orgullo” (1980), “La Sangre de los Otros” (1984), “Historia de Mujeres” (1988), “Madame Bovary” (1991), “La Ceremonia” (1995), “El Color de las Mentiras” (1999), “Gracias por el Chocolate” (2000), “La Flor del Mal” (2003), “La Dama de Honor” (2004) y “Comedia de Poder” (2006), entre otras.
“En una Mujer Partida en Dos”, sus personajes se mueven entre la libertad, el cinismo y la culpa. La protagonista, Gabrielle Deneige (Ludivine Sagnier), una joven, espontánea y atractiva presentadora de televisión en un canal de cable en Lyon, quiere tener experiencias sentimentales y eróticas fuertes y nuevas para sus años; por lo cual rápidamente se siente atraída por el maduro Charles Saint-Denis (Francois Berleand), un exitoso escritor que ha huido de Paris, para gozar de la tranquilidad de la provincia y evitar la farándula y los focos de la televisión y los eventos sociales.
Sin embargo, su círculo siempre ha estado formado por mujeres inteligentes y atractivas, como su fiel y comprensiva esposa Dona (Valeria Cavalli) y su editora y amiga Capucine Jamet (Mathilda May); al cual no le costará entrar a Gabrielle, ya que Charles se siente fascinado por su juventud y belleza, en una clara manifestación de su vejez e inseguridad. Este grupo de influyentes mujeres, una de las claves del cine de Chabrol, lo completan la madre de Gabrielle, Marie (Marie Bunel), que deja en absoluta libertad a su hija; y la madre de Paul Gaudens, Genevieve (Carolina Sihol), dominante y castradora.
El joven Paul Gaudens (Benoit Magimel) es una especie de alter ego de Charles: rico al igual que él e inseguro; lo que lo llevará, en un sino trágico, a perderse en los celos, ya que como en un espejo del escritor, se enamorará perdida y trágicamente de Gabrielle.
Alvaro Inostroza Bidart
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