Hay cintas que sustentan mayoritariamente su eficacia en los efectos especiales y que, salvo honrosas excepciones, dejan en segundo plano el guión y los personajes, centrándose en la acción y en impactar al espectador con las mayores proezas visuales, producto de las últimas tecnologías en esta materia.
Es el caso de “Transformers” (2007), que no por casualidad fue dirigida y producida por el estadounidense Michael Bay, que ha demostrado un ojo comercial insuperable desde el comienzo de su carrera. Bay, de 42 años, y después de estudiar Cine en la Universidad Wesleyan, se dedicó a los videos musicales y a los comerciales, por los cuales obtuvo importantes premios. Con estos antecedentes bajo el brazo, en 1995 dirigió su primer largometraje, “Chicos Malos”, comedia con Will Smith y Martin Lawrence.
Luego vinieron “La Roca” (1996) con Sean Connery y Nicolás Cage; “Armageddon” (1998) con Bruce Willis y Billy Bob Thornton; “Pearl Harbor” (2001) con Ben Affleck y Josh Hartnett; “Chicos Malos II” (2003) con los mismos actores de la primera versión; y “La Isla” (2005) con Ewan McGregor y Scarlet Johansson , que demuestran que Bay siempre ha tenido el apoyo de los Estudios para contratar primeras figuras y hacerse cargo de proyectos con éxito asegurado, que oscilan entre dos géneros tan emblemáticos del cine norteamericano: la comedia y los filmes de acción, ya sean policiales o de ciencia ficción o futuristas.
“Transformers” está basada en la serie televisiva del mismo nombre, que Hasbro y Marvel lanzaron en 1984 con rotundo éxito, tanto que se siguen creando episodios hasta la fecha, llegando éstos en total a los 500 desde sus orígenes, los cuales se remontan anteriormente a unos juguetes llamados diaclones, creados en la década del ’70, y cuya principal característica era que cada uno se podía transformar en diversas máquinas.
La historia de la cinta parte de lo ocurrido en el planeta Cybertron, donde los Quintessons producen grandes robots, los cuales se rebelan contra sus creadores venciéndolos. Los triunfadores se dividen en dos grupos: los autobots, al mando de Optimus Prime; y los decepticons, a cargo de Megatrón y que menosprecian la vida humana; los cuales trasladan su lucha a la tierra, en busca del Cubo de la Energía, que le dará el poder a quien lo obtenga; y que yace supuestamente en el Artico desde el siglo XIX.
En esta historia de grandes robots, que se pueden transformar en cualquier máquina de cualquier tamaño; los personajes humanos pasan a segundo plano y terminan siendo en la mayoría de los casos simples maquetas. La pareja de protagonistas, los jóvenes Sam Witwicky (Shia Labeouf) y Mikaela (Megan Fox) son apenas esbozos de caracteres. Carencia que afecta en forma absoluta al hacker Glenn (Anthony Anderson), a la experta en informática Maggie (Rachael Taylor), al capitán de ejército Lennox (Josh Duhamel) y al sargento Epps (Tyrese Gibson) de la Agencia para Extraterrestres. Los únicos que se salvan de esta debacle, por la pericia de los actores, son el Secretario de Defensa (Jon Voight) y el agente Simmons, (John Turturro), que le da un toque humorístico a su personaje, que reconforta en medio de tanta batalla robótica.
Alvaro Inostroza Bidart
viernes, 23 de octubre de 2009
“TRANSFORMERS”
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