Cuando vamos a presenciar un documental sobre un personaje interesante, dicho filme ya tiene anotado un punto a su favor. Más aún cuando ese personaje es el poeta chileno vivo más importante y merecedor hace mucho rato del Premio Nobel de Literatura, la verdad es que la expectación es tremenda.
Por otro lado, las expectativas son peligrosas, ya que se corre el riesgo de que el producto no cumpla con ellas y finalmente el resultado sea un juicio de desilusión y que sintamos que se desperdició una gran oportunidad.
En “Retrato de un Antipoeta” (2009) de Víctor Jiménez no ocurre esto por varias razones: la presencia de Nicanor Parra es tremendamente poderosa en pantalla y desde el principio el propio poeta inicia un juego con el espectador, al señalar que no existe la objetividad, sino la realidad vista a través de otros; es decir, que no veremos a Parra, sino la observación del poeta por Jiménez y su equipo.
Víctor Jiménez es un cineasta de Valparaíso, que dirige con ésta su primera cinta. Anteriormente había sido director de fotografía de la película chilena “Kiltro” y había estudiado fotografía en Italia, en el Centro Experimental de Cinematografía de Roma.
Su acercamiento a Parra es la de un espía, un testigo; que registra asombrado los cambios de humor y las salidas del poeta de 95 años, que deslumbra con su chispa y genialidad, con su espíritu de niño, con su salud, que hacen pensar que no morirá jamás.
Sus casas de Las Cruces, La Reina e Isla Negra; y algunas intervenciones públicas ante un público juvenil y entusiasta, son los ambientes en los cuales Jiménez lo siguió y filmó durante diez años, para establecer un retrato de quien “bajó a los poetas del Olimpo”; y que sin embargo es capaz de escribir poemas de gran fuerza existencial y metafísica, como “Soliloquio del Individuo” o “El Hombre Imaginario”; u otros desopilantes y paródicos y que se construyen con el habla coloquial o el “lenguaje de la tribu”, como sus famosos artefactos.
También se hace evidente que Jiménez y su equipo no es siempre fue bien recibido por el poeta, lo que sirve para mostrar al personaje a cabalidad; así como su incansable coquetería con las mujeres, para las cuales aún es inequívocamente atractivo.
En sus últimos años, Parra, lo cual está también perfectamente registrado en el documental , se ha ido acercando cada más a Shakespeare, del cual es traductor, y especialmente a Hamlet, al cual reconoce su humanidad, expresada en la incertidumbre, con el toque de humor que le agrega el poeta y que hace vivible la existencia, aunque no tenga sentido.
Alvaro Inostroza Bidart
viernes, 23 de octubre de 2009
“RETRATO DE UN ANTIPOETA”
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