viernes, 23 de octubre de 2009

“BOURNE EL ULTIMATUM”

Cada vez, con más claridad, se agradece una buena cinta de género, en este caso de acción; cuya principal pretensión sea contar una buena historia, con ritmo y cuyos personajes sean creíbles; y, de vez en cuando, se pongan en cuestión a sí mismos y sus actos; y por último sean fiel reflejo de la violencia que es capaz de generar el ser humano, ya sea por defender sus intereses o afectos, o por lograr y mantener el embriagador y peligroso poder.

Es el caso de “Bourne El Ultimátum” (2007), dirigida por el británico Paul Greengrass, secuela de “La Supremacía Bourne” (2004), que también dirigió Greengrass; y a la cual supera en profundidad, tensión y en la cual se nota la madurez actoral de Matt Damon, el protagonista de ambos filmes, como Jason Bourne.

Greengrass, de 52 años, dirigió su primer largometraje en 1989, “Resucitado” con David Thewlis. Luego y hasta 1997, se dedicó a trabajar para la televisión, volviendo al cine en 1998 con “La Teoría del Vuelo”, con Helena Bonham Carter y Kenneth Branagh. Después vinieron “Bloody Sunday” (2002), sobre la Guerra Civil irlandesa; y “Vuelo 93” (2006), sobre el once de septiembre de Estados Unidos, que ratificó su talento, basado en su estilo directo y descarnado, ideal para la cintas de acción y para el documental.

En “Bourne El Ultimátum”, a raíz de una investigación del peiodista Simon Ross (Paddy Considine), que tiene como fuente al jefe de la CIA en Madrid, Bourne se entera de que aún hay cabos sueltos de su anterior aventura; y de que deberá seguir investigando para ubicar a los responsables finales de la muerte de su novia Marie (Franka Potente), en Moscú; búsqueda que en realidad tiene el sentido de averiguar los orígenes de su historia en la CIA, ya que no recuerda como llegó a ser un agente casi invencible.

Esta puesta en cuestión de su oficio y del hecho de matar sin mayor culpa, tiene un contraparte en el agente de la CIA, que debe eliminar a Bourne, ya que éste puede poner en peligro a la plana mayor de la organización, ya que con él saldrían a la luz pública los inescrupulosos métodos de la institución. Un punto alto es cuando se encuentra Bourne vencido con el agente Paz (Edgar Ramírez), a quien aquel había perdonado antes; y le pregunta “¿sabes por qué debes matarme?”, dejando perplejo a Paz, rompiendo el esquema del asesino impertérrito e inhumano.

Notables también son los roles del Director de la CIA, Ezra Kramer (Scott Glenn), en las sombras de toda la conjura contra Bourne; del subdirector, Noah Vosen (David Strathairn), una mezcla explosiva de cinismo y ambición; y del médico que reclutó a Bourne, el Dr. Albert Hirsch (Albert Finney), cuyo reencuentro con Bourne grafica con crudeza y sugerente ambivalencia lo que significa someterse a una organización como la CIA, con la desaparición de la voluntad propia y el sometimiento a objetivos incuestionables y borrosos.

En esta galería de pérfidos, destacan claramente dos agentes mujeres de la CIA, que representan la alternativa del bien: la jefa Pamela Landy (Joan Allen), que finalmente desenmascara el complot; y la joven agente Nicky Parsons (Julia Stiles), que se la juega por Bourne y que seguramente reemplazará a Marie en el dañado corazón de éste.

Alvaro Inostroza Bidart

No hay comentarios: