viernes, 23 de octubre de 2009

“BAJO ANESTESIA”

En el cine a veces no da resultado pasarse de listo e intentar colocar demasiados elementos en la trama, para complejizarla y armar un producto que pretende ser brillante e inteligente, y que termina siendo difícil de digerir y de creer, tanto por el público común y corriente como por la crítica, que a esta altura prefiere argumentos simples y que priorice un tratamiento visual y realista de la materia del largometraje.

Esto ocurre con la cinta “Bajo Anestesia” (2007), del debutante director y guionista inglés Joby Harold, que pretende conjugar en menos de hora y media al menos cuatro elementos distintos y demasiadas casualidades, que sólo se salvan de la debacle total por el aceptable nivel de las actuaciones de los actores protagónicos.

Harold, de 34 años, nació en Londres, pero estudió Cine en la Universidad de California y en 1998 obtuvo importantes premios por su cortometraje “Sight Unheard”, lo cual seguramente le confirió una confianza desmedida, que lo llevó a sobre revolucionarse en su ópera prima.

La película comienza con un largo texto que nos habla de los miles de pacientes que son operados bajo el efecto de la anestesia general y de los muchos que no se duermen, a pesar de la inyección, y que sin embargo no pueden moverse y comunicarse, sintiendo el dolor de la intervención, escuchando a los presentes en la sala e incluso desdoblándose de su cuerpo y viajando no sólo por el hospital, sino por su propia historia personal.

Este sólo tema es lo suficientemente interesante y motivador como para una película, pero Harold no se conforma con él. Clay Beresford (Hayden Christensen), que sufrirá esta reacción a la anestesia, es el joven y brillante heredero de un importante imperio financiero, pero sufre de una irreversible insuficiencia cardíaca, que lo obliga a esperar un donante para trasplantarse el vital órgano. Además, no bastando con eso, está de novio en secreto hace un año con la secretaria, Sam Lockwood (Jessica Alba), de su dominante madre, la viuda Lilith (Lena Olin), que quiere que su hijo se opere con el mejor médico de Estados Unidos, el doctor Jonathan Séller (Arliss Howard) y no con el médico que lo salvó en una crisis y del cual se hizo amigo, el doctor Jack Harper (Terrence Howard).

Pero increíblemente ahí no termina todo. Resulta que existe una conspiración, en la cual participan algunos de los nombrados y otros secundarios por matar a Clay durante la operación y quedarse con toda su fortuna. Esta maquinación se verá complicada cuando el médico anestesista, involucrado en el malvado plan, se arrepienta a última hora y en su reemplazo llegue otro doctor, Larry Lupin (Christopher McDonald), alcohólico, cuya único sentido será colocarle algo de suspenso al resultado exitoso del asesinato.

Como se puede ver, más allá de la puesta en escena del argumento, de las actuaciones y de la lógica de los personajes, “Bajo Anestesia” tiene problemas de guión que son imposibles de resolver y de pasar por alto, transformando a esta cinta en un producto difícil de tragar por artificioso y que desperdicia una tema sugerente y trabajable como cine.


Alvaro Inostroza Bidart

No hay comentarios: