No sólo en Estados Unidos y en Japón se está haciendo cine de animación, sino también en Europa; y “Tierra Mágica” (2004) nos da la oportunidad de ver la primera película alemana de animación, generada completamente por computador, con gran nivel técnico y con una entretenida historia de aventuras, en que se hace patente el artificio de la creación.
A pesar de que claramente está dirigida al público infantil, “Tierra Mágica” tiene elementos que la hacen atractiva para todo público. En primer lugar, la calidad y originalidad del dibujo, la calidad técnica de la animación y el colorido y luminosidad de la misma. Segundo, una historia que hace referencia no sólo a mundos de fantasía, como Gaya, donde viven los protagonistas; sino también al mundo humano, como mundos interconectados, a través de la imaginación del propio dibujante que creó a las gayanos para un programa de televisión, conectándose ambas realidades precisamente a través de los rayos catódicos de la pantalla chica.
Esta co-producción germano, española e inglesa fue dirigida por los cineastas alemanes Lenard Krawinkel y Holger Tappe, ambos de 40 años; y con una interesante carrera previa. Krawinkel estudió medicina en Budapest, Génova y Berlín; para comenzar en 1990 a trabajar como editor para programas de televisión regionales. En 1993 ganó una beca para Estados Unidos y trabajó en Hollywood para el programa de televisión Entertaiment Tonight. Luego estudió Dirección de Cine y Televisión en la Academia de Munich y en La Fémis de Paris; época en que comienza a dirigir sus primeros cortometrajes y documentales, así como anuncios para Disney y videos musicales. En 1997 dirigió tres películas televisión y en el 2000, su primer largometraje para cine: “Sumo Bruno”. En la actualidad es socio de la compañía Ambient Entertaiment de Hanover, la cual fue creada por Tappe en 1999, y que produjo “Tierra Mágica”.
Tappe, por su parte, estudió es la Escuela de Fotografía de Berlín y Diseño de Nuevos Medios en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Hanover. Ha sido diseñador fotográfico y camarógrafo de videos musicales; y ha dirigido y ha hecho cámara para anuncios de la Volkswagen; aparte de diseñar videojuegos, proyecciones en pantalla grande y presentaciones comerciales en Ferias. “Tierra Mágica” es la primera película que dirige.
Los gayanos son semejantes a seres humanos enanos, pero con orejas de burro, que los hacen curiosos, pero sin llegar a la deformidad. Viven en un mundo feliz y de diversión, protegidos por una piedra mágica, llamada dalamita, que está instalada en una gran torre que domina a la comarca. Los problemas comienzan cuando esta piedra es robada por un humano, el profesor N.Icely, que logra conectar ambos mundos, utilizando los rayos de la televisión.
En ese momento nos percatamos que Gaya y sus personajes son la creación de un dibujante, Albert Drollinger; cuyo exitoso programa ha desplazado al programa del profesor N.Icely, el cual se quiere vengar de los televidentes, utilizando de mala forma la dalamita. Antes de que se cierre esta ventana entre ambas realidades, logran colarse seis gayanos, que intentarán recuperar la dalamita. Esta expedición de rescate es el conflicto central de la cinta y sus protagonistas, los personajes emblemáticos del modo de ser de los gayanos.
Primero, Zino, el héroe de Gaya, junto a su buen amigo Boo, que aporta la inteligencia y los inventos. Luego, la hija del alcalde, Alanta, que quiere pasar las mismas aventuras de sus amigos y se resiste a vivir en una burbuja de cristal. Por último, un trío de snurks, gayanos conocidos por sus malas artes, pero que quieren probar que ellos también pueden ser héroes: Tramp, Galger y Bramph, que aportan sentido del humor y simpatía en esta particular misión.
Esta interacción entre este grupo de gayanos y su creador, Albert Drollinger, es lo más novedoso del guión: la sorpresa del creador al ver a sus personajes fuera de la televisión, la perplejidad de éstos de saber que son parte de una ficción y finalmente la libertad y la independencia que tienen ambos para existir, en un pacto con el espectador, en una cinta que merecidamente ganó el primer premio en el Festival Internacional de Cine de Animación de Basauri en el País vasco, España.
Alvaro Inostroza Bidart
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