“BOB MARLEY: LA LEYENDA”

Las cintas biográficas de grandes personajes de la historia tienen una gran dificultad: en menos de dos horas se debe entregar y captar lo esencial de una vida extraordinaria; y no simplemente construir una lista de los principales hitos de esa existencia singular. Un buen ejemplo de estos es “Bob Marley: La Leyenda” (2024), cinta dirigida y escrita por el cineasta estadounidense Reinaldo Marcus Green; y que recrea la vida del gran compositor y cantante jamaiquino, que llevó al ritmo del reggae a ser famoso en todo el mundo, hasta el día de hoy; con la difusión además de la creencia religiosa del rastafarismo, que veía en el emperador de Etiopía, Haile Selassie I, como el ser supremo en la tierra; y que creía en el orgullo negro y en el regreso a África, a ese país que nunca fue colonizado. Marcus, de 42 años, había dirigido anteriormente tres largometrajes: “Monstruos y Hombres” (2018), “Joe Bell” (2020) y “El Método Williams” (2021), obras en que cuenta la historia de personajes y situaciones interesantes, en las que mezcla de modo acertado la mirada documental y la recreación ficcionada de los acontecimientos. En “Bob Marley: La Leyenda”, el realizador recurre nuevamente a esta opción, logrando una cinta entretenida e iluminadora de la personalidad y la fuerte sensibilidad de uno de los grandes músicos populares de la segunda mitad del siglo XX; el cual además fue un gran luchador por la paz en su país y cuyo trabajo estuvo cargado de una incuestionable religiosidad, que hablaba de la liberación y del orgullo de la raza negra. Mediante raccontos y flashback, Marcus, nos lleva a la infancia pobre de Marley (Kingsley Ben-Adir), junto a su madre, Cedella (Nadine Marshall) y la constante onírica de su ausente padre blanco. Luego el nacimiento de The Wailers, junto a Peter Tosh (Alexx A-game) y Bunny Wailer (Abijah Livingston), banda que lo acompañó hasta el final de sus días y con la cual recorrió Europa. Como corista lo acompañó buena parte de su carrera su esposa, Rita (Lashana Lynch), con la cual tuvo varios hijos y que crio otros que no tuvo con ella, en una faceta que no profundiza la cinta. Marley murió en 1981, a los 36 años, por un cáncer a la piel que nunca se quiso tratar. Ya era una leyenda.