“DESAPARECIDOS EN LA NOCHE”

Una de las claves del cine de suspenso es que las cosas no necesariamente sean como parecen, lo que permite giros inesperados en el argumento; y de este modo mantener al espectador agarrado y concentrado en la pantalla. “Desaparecidos en la Noche” (2024), cinta dirigida por el cineasta italiano Renato de María; y basada en el filme “El Séptimo Piso” (2013), que dirigió el español Patxi Amezcua y que protagonizó Ricardo Darín; es un buen ejemplo de buen uso de este recurso narrativo. De María, de 66 años, tiene una dilatada trayectoria como realizador; entre cuyos filmes destacan “Hotel Paura” (1996), “Paz” (2002), “La Primera Línea” (2009), “La Vida Obscena” (2014), “Gangsters Italianos” (2015), “Los Despiadados” (2019) y “El Robo a Mussolini” (2022); películas en las que el desarrollo narrativo y el suspenso son fundamentales. En “Desaparecidos en la Noche” esta característica de estilo vuelve a estar presente. El protagonista, Pietro (Ricardo Samarcio) vive en la zona rural de Bari, con sus hijos pequeños, Giovanni (Lorenzo Ferrante) y Bianca (Gaia Coletti); los cuales comparte con su esposa Elena, (Annabelle Wallis), estadounidense, de la cual se está separando, en un proceso bastante doloroso y poco fluido. En la noche de un fin de semana, en que los niños están con Pietro, aquellos desaparecen misteriosamente; recibiendo luego una llamada telefónica pidiendo un elevado rescate por ellos, en lo que parece ser un secuestro, ya que Pietro tiene grandes deudas, por un antiguo pasado de ludópata. La desesperación y los plazos lo llevan a contactar a un antiguo amigo, narcotraficante, Nicola (Massimiliano Gallo), para conseguir el dinero. Desde ahí, la historia se complica y nada es lo que parece; aunque las soluciones argumentales y las reacciones de los personajes no siempre convencen. Esto es más notorio en el caso de Elena, que acepta con demasiada facilidad las decisiones que le trata de imponer Pietro, en relación con la potestad de los niños y del destino de su relación sentimental, aunque todo puede ser resultado de lo contradictoria que es la existencia humana.