“BUENA SUERTE, LEO GRANDE”

Pocas veces se da la conjunción de que en una película tanto el tema tratado sea original e interesante como que, formalmente, esté plasmado de un modo único y novedoso. Esto sucede con “Buena Suerte, Leo Grande” (2022), cinta dirigida y producida por la cineasta australiana Sophie Hyde; que nos cuenta la historia de Nancy Stokes (Emma Thompson), una viuda de 55 años, ex profesora de religión; que quiere descubrir su sexualidad, hasta ese momento reprimida, con un trabajador sexual, joven y atractivo, Leo Grande (Daryl McCormack). Hyde, de 46 años, había dirigido anteriormente cuatro largometrajes: “Vida en Movimiento” (2011), “Boys on film 6: Pacific Rim” (2011), “52 Martes” (2013) y “Amistades Salvajes” (2019), desconocidas lamentablemente en Chile, a la luz de este interesante último filme. En “Buena Suerte, Leo Grande” no sólo el tema es sorprendente, sino también su tratamiento. Con honestidad, Nancy se enfrenta al joven Leo, contándole desde el principio sus intenciones y motivaciones para la serie de encuentros que sostendrán en el tiempo; que incluirán profundos diálogos y fantasías sexuales, que para una pareja normal debieran ser actos habituales, pero no lo son en el caso de Nancy, que nunca ha tenido un orgasmo. Resulta inesperada y valiente la perspectiva de mujer mayor de la cinta, la cual va descubriendo su cuerpo, ayudada por Leo; quien también, en una relación mutua, se va asumiendo como lo que es, frente a su familia, ante la cual se presentaba como obrero de una planta petrolera. En relación a lo formal, la película es igualmente atractiva y arriesgada; ya que está planteada como un “tour de force”; en este caso que casi en su totalidad transcurre en la habitación de un hotel, donde se dan cita Nancy y Leo, prácticamente los únicos personajes de la misma, una segunda dificultad técnica no menor. La única escena distinta se realiza en el lobby del hotel, cuando Nancy está esperando a Leo, y se encuentra con Becky (Isabella Laughland), una antigua alumna, a la cual finalmente pide disculpas, por el trato vejatorio que le dio hace años por su desinhibida vestimenta, cuando era su maestra.