“LA FAVORITA”

Recrear la historia es una de las posibilidades asombrosas que permite el cine; sobre todo si la mirada del realizador se compromete con dicha realidad y la interpreta de una manera personal e inteligente.

Esto ocurre con “La Favorita” (2018), cinta dirigida por el cineasta griego Yorgos Lanthimos; que narra parte de la vida de la Reina Ana Estuardo de Inglaterra, a comienzos del siglo XVIII; pero que no pretende ser una película biográfica, sino un filme sobre la monarquía y sus costumbres, privilegiadas y decadentes.

Lanthimos, de 45 años, había dirigido, entre 2002 y 2009, tres cintas en su natal Grecia; y en 2011 dirige su primera coproducción, “Alpeis”, luego de lo cual siguió su carrera en Europa con la cinta “La langosta” (2015) y “El Asesinato del Ciervo Sagrado” (2017), que le dieron una importante reputación.

Con “La Favorita” su prestigio se consolida, ya que logra una cinta interesante, con personajes bien desarrollados y un punto de vista original, reforzado por el uso del lente gran angular, para reforzar la idea de la distancia que existía entre la nobleza y los seres comunes, en este caso la servidumbre; ya que ciudadanos normales simplemente no se ven en el filme.

La gran protagonista es la Reina Ana (una notable Olivia Colman), marcada por fuertes acontecimientos en su existencia: la muerte prematura de la mayoría de sus hijos, un lesbianismo solapado, una dolorosa gota, una onerosa guerra con Francia y las intrigas de palacio; que se debatían entre los que querían ganarse su favor y las diferencias políticas entre los tories (los antiguos conservadores), liderados por Lord Hurley (Nicholas Hoult) y los whigs (los predecesores de los liberales), dirigidos por Lord Godolphin (James Smith), los dos bandos del Parlamento.

Su gran amiga y consejera era Lady Sarah (Rachel Weisz), hasta la llegada a la Corte de su prima caída en desgracia, Abigail (Emma Stone), que luego sería Lady Masham, tras su matrimonio por conveniencia. La lucha entre ambas será sin cuartel, retratando la falta de moral de esta nobleza decadente, la que se grafica también en sus fiestas y entretenciones grotescas e insulsas, en las cuales abundaba el despilfarro y lo repugnante; en un período poco conocido en que estas tres mujeres tuvieron un gran poder.