martes, 7 de noviembre de 2017

“UNA RAZON PARA VIVIR”

Verdaderamente hay vidas de personas no muy conocidas que son un ejemplo para los demás seres humanos. Y sus biografías pueden transformarse en un excelente guion; y de la mano de un buen director, llegar a ser una cinta emotiva y bella.

“Una Razón para Vivir” (2017), cinta dirigida por el cineasta británico Andy Serkis, cae dentro de esta especie, ya que cuenta la vida de Robin Cavendish (Andrew Garfield), un joven inglés que sufrió polio y que quedó paralítico de la cabeza para abajo, superando sus ganas de morir y transformándose en un ejemplo mundial para las personas discapacitadas; ya que no aceptó quedarse en un hospital y trató de vivir lo más intensamente posible.

Serkis, de 53 años, y con una dilatada trayectoria como actor, hace su estreno en la dirección con esta película; y lo efectúa de gran manera, con un estilo contenido y que evita a toda costa el melodrama, a pesar de los riesgos que implicaba llevar al cine esta dramática y sorprendente historia.

Cavendish era un tipo bastante normal, de gran vitalidad; que había logrado conquistar al amor de su vida, la bella Diana (Claire Foy), cuando se contagia de esta terrible enfermedad, que a comienzos del siglo XX además tenía mucho menos tratamiento que en la actualidad. Por esta razón resulta altamente comprensible la depresión en que cayó, luego de quedar postrado y conectado de por vida a un respirador artificial.

El amor y la tozudez de su esposa y el nacimiento de su pequeño hijo Jonathan (productor de esta cinta, ya que quiso contar las historia de sus padres, como un homenaje a ellos) son impulsos fundamentales para las ganas de seguir viviendo de Robin, que desarrolla, con la ayuda de su amigo inventor, Teddy (Hugh Bonneville), una silla con respirador, con la cual no se va a su casa y deja el hospital, sino que viaja incluso a España y Alemania, transformándose en un ejemplo no sólo para los demás discapacitados sino también para los médicos.

Hay que reconocer que tenía alrededor un grupo de lujo. Aparte de los ya nombrados, no se puede olvidar a sus cuñados, los mellizos Bloggs y David (ambos interpretados por Tom Hollander) y a su gran amigo Colin (Ed Speeleers), que nunca lo abandonaron y que junto a su esposa y su hijo, le dieron siempre amor y lo trataron con respeto y dignidad.

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