martes, 2 de junio de 2015

“EL CLUB”

La Iglesia Católica chilena está en entredicho hacer rato, por el comportamiento inmoral de algunos curas, ligado a conductas que no se condicen con los valores que deben guiar a un sacerdote.

Esta temática no ha estado ausente del cine nacional reciente y uno de las buenas cintas que aborda esta realidad es “El Club” (2015), dirigida y producida por el cineasta chileno Pablo Larraín, que se consolida como uno los exponentes más interesantes del nuevo cine de nuestro país.

Larraín, de 38 años, había dirigido anteriormente “Fuga” (2006), “Tony Manero” (2008), “Post Mortem” (2010) y “No” (2012), logrando, con Tony Manero en adelante, un estilo propio, que se caracteriza en lo formal por el uso de la iluminación natural, como un modo de enfrentar sin artificios situaciones complejas de nuestra realidad política, social y cultural.

En “El Club”, Larraín nos muestra la vida en una Casa de Penitencia de la Iglesia Católica, ubicada en la costa, en la cual viven sacerdotes castigados por conductas no apropiadas para su investidura. Allí se encuentran el Padre Vidal (Alfredo Castro), el Padre Ortega (Alejandro Goic), el Padre Rodríguez (Alejandro Sieveking)y el Padre Silva (Jaime Vadell), al cuidado de la Hermana Mónica (Antonia Zegers).

La verdad no parecen curas castigados, porque no tienen restricciones de ningún tipo; incluso el Padre Vidal tiene un galgo, con el cual compite en carreras, con apuestas en dinero. Todo esto cambia cuando llega el Padre Lazcano (José Soza), el que se suicida, al ser enfrentado públicamente por Sandokán (Roberto Farías), que lo viene siguiendo y que fue criado por el cura, bajo prácticas pedofílicas.

La Iglesia enviará al Padre García (Marcelo Alonso), para que investigue esta casa y la historia y costumbres de sus habitantes, con la seria posibilidad de cerrarla; ante lo cual se defenderán con las artimañas propias de cualquier ser humano, negociando una salida, que nos hará recordar que, a pesar de todo, esta institución ha sobrevivido más de dos mil años.

“El Club” es una cinta que impacta por el tratamiento oblicuo de una realidad que, hasta hace poco, estaba sumida en las tinieblas de lo encubierto y que ha aflorado con fuerza, poniendo en jaque los viejos preceptos de la Iglesia.

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