martes, 4 de septiembre de 2018

“EL ANGEL”

La absoluta libertad supone la abolición de conceptos como bien y mal; y también el hecho de que quien la ejerce no se preocupa nada más que de sí mismo y de sus propios impulsos. Estos seres únicos, también conocidos como libertinos, generalmente son seres desadaptados, que termina siendo grandes delincuentes o artistas y raramente pasan desapercibidos.

“El Ángel” (2018), cinta dirigida y escrita por el cineasta argentino Luis Ortega, cuenta de manera libre la historia de uno de estos personajes, Carlos Robledo Puch (el debutante y acertado Lorenzo Ferro), quien entre los 19 y 20 años fue responsable de once asesinatos y cuarenta y dos robos, transformándose en uno de los mayores criminales de Argentina, entre 1971 y 1972.

El realizador cuenta la historia del guapo Carlos con absoluta naturalidad y sin efectismos, tal cual da la impresión que Robledo vivió su propia y corta vida en libertad, ya que desde los veinte años cumple cadena perpetua en prisión, aunque el goce de su libre albedrío no se lo quita nadie, como queda claramente graficado en esta interesante e intensa cinta.

Ortega, a pesar de sus cortos 38 años, había dirigido seis largometrajes: “Caja Negra” (2002), “Monobloc” (2005), “Los Santos Sucios” (2009), “Verano Maldito” (2011), “Dronómanos” (2012) y “Lulú” (2014); que no sólo dan cuenta de su precocidad y productividad, sino también de una especial preocupación por los personajes marginales y violentos, como manifestaciones exacerbadas de la propia sociedad que los genera.

Carlos es hijo único en una familia de clase media argentina. Su padre, Héctor (Luis Gnecco) se dedica sólo a trabajar y no reacciona con fuerza ante las primeras muestras de delito del “ángel”, como lo bautizó la prensa. Su madre, Aurora (Cecilia Roth), lo verá siempre como un niño, primero inocente y luego enfermo psiquiátrico.

Por otra parte, en el liceo encontrará a un compañero “ideal”, Ramón (Chino Darín), que junto a sus padres potenciarán su tendencia al delito, para su propia conveniencia. El padre, José (Daniel Fanego) ya ha estado preso y es drogadicto; y la madre, Ana María (Mercedes Morán) intenta seducirlo desde que lo conoce, dando cuenta de su amoralidad, caldo de cultivo apropiado para la psicopatía de Carlitos, como le gustaba que le dijeran.

No hay comentarios: